Estoy convencida que la Cirugía Estética, tiene una función social y hasta “curativa” ya que una deformidad puede producir un trauma psicológico que le impide al paciente llevar una vida totalmente normal, feliz y a su gusto.
En mis 20 años de experiencia, he visto la satisfacción en los ojos de mis pacientes al lograr cumplir sus deseos de tener un aspecto más joven y más bello. Amo mi profesión, porque la ejecuto con placer, con pasión y entusiasmo, así como me produce placer el agradecimiento de un paciente. Me gusta quitar el complejo de un cuerpo disarmónico, de arrugas que envejecen, de una nariz que afea un rostro, o de unos pechos poco agraciados. Además, me apasiona crear rostros jóvenes, miradas renovadas, cuerpos esbeltos, pero siempre buscando la naturalidad en los resultados.